.-Redacción
Adaptarse o morir. Una frase que, no por manida, es menos cierta. Para persistir es necesario abrazar el cambio, en todos las esferas de la vida, pero mucho más cuando se es una pyme. Porque como alguien dijo una vez, las cosas deben cambiar para que sigan siendo igual, en otras palabras, para que sigan funcionando.
En la última década, hemos asistido a tres hitos que han obligado al cambio a quienes se mostraban reticentes a ello:
· La pandemia sanitaria, que provocó un cambio radical en la forma de consumir, imponiendo el modelo online.
· Las necesidades y expectativas de las nuevas generaciones, las cuales obligan a las empresas a reinventar sus servicio de atención al cliente y de experiencia de usuario.
· Las nuevas palancas que impulsan el crecimiento en la UE: la digitalización de las empresas y servicios, con la IA como estandarte de innovación; y la sostenibilidad de toda actividad empresarial.
Existen más factores involucrados, pero estos tres han sido decisivos a la hora de forzar el cambio. De hecho, he aquí cinco ejemplos de pymes que se reinventaron para adaptarse a estas nuevas circunstancias y mantener así su nivel de competitividad.
1. Arpe: de una larga tradición textil a un futuro sostenible
Esta marca familiar, con varias décadas de historia a sus espaldas, ha encontrado su camino hacia el futuro en la innovación, la creatividad y la sostenibilidad. No en vano, se califican como artesanos 2.0. Desde su planta en Barcelona impulsan un tipo de producción sostenible, también de consumo, mediante productos duraderos, procedentes de materiales reciclados y reciclables que, además, están disponibles online a través de Arpe Shop. Sus toallas de microfibra suave fabricada a partir de botellas rPET postconsumo son uno de sus productos más exitoso.
2. Conservas artesanas, ahora online
Victofer, un pequeño establecimiento familiar de conservas artesanas decidió hace poco más de un par de años dar el salto al mundo digital. Apostaron por una web y un catálogo de productos online, e incluso por un servicio de envío a domicilio que pone las cosas más fáciles a consumidores finales y a sus restaurantes de confianza. El contenido es el de siempre, verduras y legumbres cultivadas en suelo navarro y embotadas con mimo y esmero. Pero ha cambiado la forma de venta y distribución, que se ha visto ampliada a un público eminentemente digital.
3. Muñoz y Pujante: pimentón de Murcia en todas partes
La de Muñoz y Pujante es una historia de internacionalización, innovación y conquista del mercado gracias a una excelente estrategia de comunicación. Con más de 50 años de historia, esta pequeña empresa familiar ahonda en las posibilidades de los productos ecológicos, como ha hecho con su colorante alimentario 100 % natural. Y comercializa sus productos ya en todo el mundo gracias a su apertura a nuevos gustos, sabores y culturas culinarias tradicionales.
4. La reinvención de la alpargata
Pocos productos artesanos y tradicionales han sabido reinventarse como lo ha hecho la alpargata. Su imagen ha pasado de ser sinónimo de la España rural del siglo pasado a convertirse en uno de los objetivos más codiciados de las influencers. Y aunque varias pymes han jugado a favor de esta revolución, una empresa lo ha hecho con especial énfasis: Castañer. La marca ya icónica está inmersa, una vez más, en la revolución de este producto tradicional. En esta ocasión para hacerlo sostenible y eminentemente ético, y seguir afianzando así un lugar privilegiado en el sector del calzado español e internacional.
5. Bound4blue: una idea que se alinea con los valores de la década
Y dedicamos el sexto ejemplo a una pyme que no se ha reinventado, pero ha nacido de la necesidad de cambio, pues ha encontrado en esta última una oportunidad de negocio.
Nos referimos a un equipo joven que se atrevió con una ilusión: conseguir que un buque de carga gaste menos combustible. Lo cual parece un objetivo prioritario, para la propia empresa y para el medioambiente.
En eso trabaja precisamente la empresa española Bound4blue, con sede en Cantabria, desde el año 2020. Esta empresa tira de innovación tecnológica y fuentes renovables para lograrlo. ¿Cómo? Instalando en los buques velas de succión de varios metros de alto encargadas de propulsar la navegación aprovechando la fuerza del viento. El rendimiento de estas velas, que pueden superar los 17 metros, logra una reducción de las emisiones y el ahorro de combustible. A finales del pasado año ya había captado 22,4 millones de euros para revolucionar el transporte marítimo de origen público y privado.
Se dice que una pyme debe virar cuando:
– Aumenta su competencia directa.
– Experimenta una caída en las ventas o pierde su clientela fija.
– Cuando el entorno o la legislación vigente muta de tal forma que ha de hacerlo para ser compatible con este, como ocurrió durante la crisis sanitaria.
Si tu pyme se encuentra en alguno de estos casos, quizás deberías pensar en un plan estratégico de cambio.