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Drones, un negocio de altos vuelos


Irene Santos

Barcelona


La industria de los drones moverá hasta el año 2035 más de 11.000 millones de euros y generará más de 17.000 empleos en Europa. Los promotores de Droniberia, la primera patronal española de empresas del sector de drones, están convencidos de que las actividades relacionadas con los drones van a permitir el desarrollo de un campo de oportunidades para la innovación y para la creación de empleo. Remitiéndonos a cálculos de PwC, los drones también tendrían un impacto relevante en los sectores de seguridad (8.790 millones de euros), medios de comunicación (7.736 millones de euros), seguros (5.978 millones de euros), telecomunicaciones (5.538 millones de euros) y minería (3.868 millones de euros).

Con estos significativos datos sobre la mesa, entrevistamos a José Antonio Álvarez, Secretario general de Droniberia, quién nos da algunas claves del crecimiento sectorial de un segmento que acaba de despegar con la mejor de las previsiones….

¿Qué impacto socioeconómico tiene el sector de los drones en nuestro país?

Muy alto. Entendemos que no sólo son drones, sino robótica adaptada, con lo que ello conlleva de innovación. Si somos capaces de ponernos a la cabeza de la investigación en este tipo de herramientas será una entrada de talento, por un lado, y de volumen de negocio por otro. Estimaciones del sector apuntan que la industria de los drones moverá hasta el año 2035 más de 11.000 millones de euros y generará más de 17.000 empleos en Europa.

¿Cuántas empresas, en la actualidad,  desarrollan su labor en este segmento?

Sólo en España existen actualmente 1.683 operadores autorizados por AESA, 2.563 drones, 2.203 pilotos, 70 escuelas de pilotos y 89 organismos que imparten formación práctica.

¿Cuáles serán las claves que permitirán un crecimiento del mismo?

Sin duda, dos serán las claves para poder ver un futuro con drones. El desarrollo tecnológico y formativo, tanto de herramientas como de personal que las maneje y desarrollo normativo valiente hacia una estandarización de las normas para todos los países de la Unión Europea con una regulación que cubriría el uso profesional y recreativo de los vehículos no tripulados que vuelan a menos de 150 metros de altura.

¿Se ha avanzado en el ámbito de la reglamentación? 

Poco. Estamos pendientes de la publicación de un Real Decreto en España pero va muy lento. Esperamos también, como hemos comentado, una regulación estándar de la Unión Europea donde se propone la creación del espacio comunitario (U-space), donde el control de tráfico aéreo sería automatizado para todos los drones de menos de 150 kilos que vuelen por debajo de 150 metros de altura. El espacio aéreo serviría para delimitar la zona por la que pueden volar estos vehículos y prohibir en ella otro tipo de aparatos. El sistema también podría enviar información a los Drones autónomos para evitar colisiones. Además, la Comisión propone la creación de un Registro Europeo de Drones. Esta propuesta de regulación, que se espera que la ley definitiva entre en vigor el año 2019, llega después de que los estados miembros hayan reclamado reiteradamente la unificación de la normativa europea.

 

En España, concretamente la ley que regula el tráfico aéreo no tripulado en España es de 2014 y ésta se incluye sólo a los usuarios de Drones de menos 25 Kg que vayan a realizar trabajos técnicos o científicos, es decir, para el uso profesional de Drones.

 

¿Qué sectores son los más afines para potenciar este segmento en plena irrupción, como son los drones? 

Los Drones serán en España y son en extranjero una actividad transversal que afectará a multitud de sectores, entre ellos: teledetección, salvamento, vigilancia de fronteras, agricultura de precisión, transporte de mercancías (y personas), eficiencia energética, control de plagas, defensa, seguridad, etc. Desde luego hay sectores mucho más sensibles a estas nuevas herramientas por el abaratamiento de costes que conllevará. La inspección y vigilancia aérea, con unos costes elevados al necesitar de aviones o helicópteros, verán un mundo lleno de posibilidades al ahorrar tiempo y dinero, evitando también riesgos humanos. En cuanto al sector de la construcción, lo mismo, ayudando en analizar con todo detalle este tipo de obras, descubriendo pequeños desperfectos que hasta ahora eran prácticamente imposibles de detectar.

¿Se echa de menos más talento emprendedor? ¿Existe en nuestro país un ecosistema adecuado que permita fomentarlo?

Creemos que no es falta de talento ni de emprendedores, sí de ecosistema normativo, que facilite la innovación. Estamos en una época fantástica; una época de cambios y en un cambio de época. Y nosotros, todos los que estamos aquí, seremos actores principales en el cambio, podemos ser protagonistas, es maravilloso, ya en sí mismo, excitante. Podemos ser los “Colón” de este siglo. El éxito nunca es casual, es causal, aprovechemos y juntémonos a los mejores, copiemos, aprendamos de los número uno, huyendo de los mediocres.

 

 

 

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