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Lovemark: ve más allá de tu producto o servicio


Adrián Fernández / Madrid 

El gran reto al que se enfrentan las compañías es llegar a la mente del consumidor. Seducirlo, enamorarlo y atraerlo es una tarea muy complicada en un mundo donde el usuario cada vez es más infiel y se casa menos con la marcas. 

Sin embargo, si una empresa consigue su gran sueño de hacer que un cliente no le abandone y se quede a su lado habrá conseguido enamorarle. Y sí, ese amor por una marca tiene nombre. Se conoce como Lovemark. 

¿Qué significa el término Lovemark? 

Lovemark es una estrategia de marketing cuyo objetivo fundamental es que la marca consiga crear una vinculo emocional con el cliente. Es decir, se trata de construir una relación que vaya más allá del producto y que logre una conexión total que haga a los consumidores embajadores de esa empresa. 

Es un concepto que fue acuñado por primera vez en 2004 por Kevin Roberts, CEO de la consultora Saatchi & Saatch y uno de los grandes referentes del marketing. En su libro ‘Lovemarks: el futuro más allá de las marcas’ afirma que lo que realmente mueve al ser humano no es la razón, sino la emoción.

¿Cómo consigo que mi cliente se enamore de mi marca? 

Lamentamos decirte que no tenemos una fórmula mágica para dar respuesta a esta cuestión. Mas bien, se trata de establecer un camino cuyas estrategias no solo estén orientadas a lo que nuestro cliente espera de nosotros, sino ir más allá. El ir más allá hace referencia, como dijo Kevin Roberts, a usar el misterio, la seducción y la intimidad con los clientes.


“Para que las grandes marcas puedan sobrevivir, necesitan crear lealtad más allá de la razón. Ésa es la única forma en la que podrán diferenciarse de las millones de insulsas marcas sin futuro. El secreto está en el uso del Misterio, la Sensualidad y la Intimidad. Del compromiso con estos tres poderosos conceptos surgen las Lovemarks, que son el futuro más allá de las marcas” 
Kevin Roberts

Respecto al misterio, Kevin Roberts apela a que los clientes no tienen por que conocer absolutamente todo de tu marca. Hay que saber crear un factor sorpresa y de asombro en los ellos.   

Con la seducción Kevin se refiere a que las compañías deben saber experimentar con los sentimientos de sus consumidores y ponerles a prueba. El olor de un coche nuevo, el tacto suave de una manta o que suene la canción perfecta cuando entramos en una tienda son maneras de intentar conquistar al target deseado. 

Finalmente, la intimidad es un concepto que lo que busca es conseguir que el cliente se sienta cómodo, confortable y seguro cuando está en nuestra tienda. Es decir, conseguir como si estuviese en su casa y no tuviese que salir de ‘su casa’ (nuestra tienda) para ir ‘a otra casa’ (la competencia).

Pero para poner en práctica lo expuesto anteriormente es muy importante saber cuál es la misión, la visión y los valores que tiene nuestra compañía. Con ello hay que poner en marcha diversas acciones o experiencias que relacionen el producto con nuestra identidad corporativa. Todo ello, enfocándolo al mundo de las emociones. Es cuestión de ir probando y viendo lo que funciona y lo que no. 

Y, sin duda, hay que ser persistentes para obtener los resultados deseados. Es un camino largo de recorrer cuya recompensa es el sueño de cualquier empresa: el respeto, la admiración y la lealtad de sus clientes.   

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