La sostenibilidad plena llega a la cesta de la compra. No en vano, se ha convertido en una prioridad tanto para los consumidores como para los supermercados. Cada vez más, los compradores buscan opciones responsables y las empresas del sector están tomando medidas para reducir su impacto ambiental.
En este contexto, Shopopop, empresa de envíos colaborativos que ayuda a supermercados a entregar sus productos a domicilio, ha analizado las principales tendencias que están moldeando el futuro de los supermercados en términos de sostenibilidad. Unas líneas maestras muy a tener en cuenta para cualquier empresa que forme parte de la gran cadena de valor que forman supermercados y proveedores del sector de la alimentación a gran escala.
Envases reutilizables y biodegradables: menos plástico, más conciencia
Una de las principales preocupaciones de los consumidores es el exceso de plásticos y materiales de un solo uso. Los supermercados están respondiendo con medidas como el uso de bolsas biodegradables, envases a base de plantas y sistemas de devolución de envases reutilizables para reducir el desperdicio. Esta tendencia se consolidará en los próximos años, con iniciativas que apuntan a eliminar progresivamente los plásticos convencionales de los lineales, a pesar de las dificultades de las empresas para comprender el impuesto al plástico no reutilizable.
Reducción del desperdicio alimentario: menos es más gracias a la IA
El desperdicio de alimentos sigue siendo uno de los grandes desafíos del sector alimentario en los últimos años. Los supermercados están adoptando medidas innovadoras, como aplicaciones que conectan a los consumidores con productos cercanos a su fecha de caducidad a precios reducidos, y la colaboración con bancos de alimentos y organizaciones benéficas.
Además, una de las innovaciones más disruptivas que está impactando a los supermercados es el uso de Inteligencia Artificial para la gestión en tiempo real de inventarios. Estas tecnologías permiten a las tiendas prever con mayor precisión la demanda de productos, optimizar los niveles de stock y evitar el desperdicio alimentario. A través del análisis de datos y aprendizaje automático, los supermercados del futuro podrán ajustar automáticamente sus pedidos a proveedores, minimizando tanto el desperdicio como las roturas de stock.
Transporte sostenible: entregas colaborativas para reducir las emisiones
Una de las áreas donde se ha observado un mayor avance es en la logística de entregas. Empresas como Shopopop permiten a los supermercados conectar con conductores particulares que aprovechan sus trayectos habituales para entregar pedidos a cambio de una propina. De esta forma, evitan que los clientes utilicen su propio coche para ir a la compra, reduciendo el número de vehículos en circulación. Este modelo no solo ayuda a descongestionar el tráfico, sino que también reduce las emisiones de CO2.
Del producto local a las granjas verticales
Otro cambio significativo es el impulso de los productos locales y de proximidad. Los supermercados están destinando un mayor espacio a los productos provenientes de la agricultura local y sostenible, reduciendo así las distancias que recorren los alimentos y apoyando a los pequeños productores. Este movimiento responde a la creciente demanda de los consumidores de productos frescos, saludables y con menor impacto ambiental, y refuerza el compromiso de los supermercados con las comunidades en las que operan.
En línea con esta tendencia, otra idea innovadora que está ganando fuerza es la instalación de granjas verticales en los propios supermercados. Este concepto consiste en cultivar productos frescos en las tiendas mediante técnicas de cultivo hidropónico o aeropónico, lo que les permite crecer en espacios reducidos y con un consumo mínimo de agua.
Tiendas autosuficientes: una revolución energética
La adopción de tecnologías inteligentes no solo está transformando la experiencia de compra, sino también la sostenibilidad energética de los supermercados. Están surgiendo establecimientos que operan casi de manera autosuficiente en términos de consumo energético, utilizando una combinación de paneles solares, almacenamiento de energía y tecnologías de eficiencia que les permiten generar más energía de la que consumen. Esta evolución hacia la autosuficiencia energética está cambiando la manera en que los supermercados contribuyen a la reducción de su huella de carbono.
Llevando al máximo nivel esta revolución, ya existen supermercados que están experimentando con la instalación de pavimentos piezoeléctricos que generan energía a partir de los pasos de los clientes. Esta energía puede ser utilizada para iluminar la tienda o alimentar pequeños dispositivos, reduciendo el consumo de energía tradicional.
La innovación y la sostenibilidad están avanzando de la mano en el sector de los supermercados. Las tendencias emergentes, como las tiendas “cero residuos”, el uso de inteligencia artificial para la optimización de inventarios y las entregas colaborativas, están marcando un cambio significativo en la forma en que compramos y recibimos productos.
Estas iniciativas no solo responden a las necesidades de un consumidor más consciente y exigente, sino que también impulsan una economía más sostenible y eficiente.