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El trabajo autónomo o en las microempresas, sigue siendo un refugio a la crisis


Redacción

Barcelona


El Círculo de Empresarios ha presentado el Informe 2017 de La Empresa Mediana Española.Un estudio que amplía el período de análisis a la última década (2008-2017) para detectar qué factores vinculados a nuestro tejido empresarial han impulsado la recuperación de la economía española tras la crisis. Para realizar estos análisis el Círculo de Empresarios ha  contado con la estrecha colaboración de Informa  y BBVA Research.

Durante este período la pérdida de puestos de trabajo ha sido generalizada, con la excepción de las grandes empresas que ya han recuperado niveles de empleo previos a la crisis. El retroceso total del empleo se cifra en torno a los 2 millones de personas de los que el 50% corresponde a las empresas pequeñas y el otro 50% se distribuye a partes iguales entre las empresas medianas y las microempresas.

El número de empresas medianas se reduce desde el inicio de la crisis en más de 5.000 compañías, desaparecen una de cada cuatro empresas, con lo que su participación en el tejido empresarial también merma (hasta el 0,6% desde el 0,8% de 2008). El retroceso del número de empresas pequeñas es todavía más significativo con lo que su peso en el total se reduce hasta el 4,5%. Así el segmento de microempresas es el único que gana participación en la población total (94,8% en 2017).

De esta forma se agudizan el minifundismo y la polarización del tejido empresarial español. Contamos con una mayor participación de las empresas de menor dimensión que son las menos productivas y el único segmento que ha registrado caídas de la productividad en la última década.

En cuanto al análisis económico-financiero de la empresa mediana, se intensifica el proceso de desapalancamiento y la mejora de los resultados impulsa la rentabilidad económica y financiera. Las empresas medianas consiguen el mayor incremento de productividad desde el año 2008 lo que permite que cuenten con la cifra de negocios por empleado más elevada.

El estudio monográfico que analiza la evolución del empleo permite constatar que en España la destrucción del tejido empresarial y del empleo se concentró durante la recesión en las empresas de dimensión intermedia. Por tanto, se ha destruido una parte importante de la base potencial para mejorar la competitividad basada en procesos de innovación e internacionalización que sólo pueden acometer empresas con una dimensión adecuada.

La recuperación económica posterior ha impulsado el empleo en todos los segmentos de empresas por tramos de tamaño y en todos los regímenes de cotización. Desde el año 2013 destaca el incremento del número de afiliados en las empresas grandes (35% del total), pequeñas (23%) y medianas (18%). Esta evolución revela que el trabajo autónomo o en las microempresas puede ser un cierto refugio a la crisis, pero este efecto parece debilitarse a medida que la recuperación económica se consolida.

La digitalización, asignatura pendiente de muchas empresas españolas 

Por otra parte, según las las cifras del índice de digitalización global desarrollado por BBVA Research, España ocupa el lugar número 30 de un ranking de 100 países, liderado por Luxemburgo, siendo Madrid la región que obtiene una posición mejor y Castilla y León y Extremadura aquellas con unas mayores necesidades de impulsar este proceso. Comparado con el grado de digitalización de familias y administraciones públicas, las empresas parecen más rezagadas. Las principales diferencias en relación a las mejores prácticas que se dan en otros países se encuentran en indicadores como el porcentaje de empresas que interactúan con otras online, el de las que permiten hacer pedidos online o las que emplearon especialistas en TIC´s.

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